Uno, dos, tres faroles ligeros pero repletos de seductora matericidad. Tres formas distintas y al mismo tiempo complementarias, en equilibrio entre oriente y occidente. Una familia de lámparas que llevan una luminosidad relajante en los ambientes más diversos, traduciendo la magia del papel de arroz o de la corteza de la morera, materia prima de las lámparas japonesas, en la apariencia preciosa del vidrio soplado y satinado. Las líneas horizontales, que graban la superficie de las lámparas, dan vida a una decoración suave y fascinante pero, contemporáneamente, contribuyen a )ltrar la intensidad de la fuente luminosa, difundiendo una luz llena, cálida y suave en el ambiente. El cuerpo en vidrio soplado, de apariencia agradablemente yesosa, se encuentra suspendido sobre una base formada por tres pies de metal: un elemento muy caracteristico, en el que la lámpara parece ,otar suspendida. Son perfectas utilizadas solas o en una armónica composición de formas; sobre una mesita de noche, una consola, una mesa o también sobre el suelo: para un área dedicada al relax o como lámparas de meditación, iluminando con sabiduría tanto el espacio en el que vivimos como nuestro mundo interior.
Lámparas de mesa de luz difusa. Colección de tres formas de difusor en vidrio soplado a boca con rocedimiento de soplado del vidrio sin girar en el molde (“parado”), el efecto a rayas se obtiene con un molde con decoraciones en negativo que se repiten en la super)cie del vidrio, a continuación el vidrio se esmerila manualmente “con cinta” y se somete a un procedimiento de inmersión en ácido para marcar el efecto yesoso. El difusor se apoya sobre un trípode moldeado bajo presión en aleación de zinc pintado con polvos epoxídicos con efecto rugoso en la super)cie metálica. Interruptor on/o; en el cable transparente con dimmer que permite una regulación gradual.